Western Digital Passport Mobile Hard Disk Drive with 250GB Storage Capacity.
Xbit Laboratories.com 20081006
A hard disk drive cannot be too big. Very often we get to the point when we start thinking of getting a new storage solution, because the old one can no longer fit all the data that we need for comfortable living. Those who care most about mobility of their huge data volumes with immediate access to information at any time, need to pay special attention to the storage capacity of their hard disk drives. One of the options for those who need a portable solution with large storage capacity is the product we are going to talk about today: Western Digital Passport WD2500U017 that offers 250GB of storage space and is built with a 2. 5-inch hard disk drive. It is true: perpendicular recording technology does work wonders: about half a year ago the maximum storage capacity of portable hard disk drives of this form-factor was almost half the size. Moreover, this storage capacity is quite enough even for a desktop 3. 5 HDD these days. Closer LookExternal Western Digital Passport hard disk drives can hardly be confused with the competitors’ solutions: the black glossy casing standing out through the transparent plastic casing catches your eye right away. Unfortunately, this r
Los derechos del fotógrafo.
El Mundo.es 20081015
MADRID. - Una fotografía familiar colgada en Internet puede plantear problemas jurídicos en materia de derechos de autor, derecho al honor, intimidad y propia imagen. Derechos del fotógrafo: obra fotográfica o mera fotografíaComo es obvio, no tiene la misma fuerza creativa ni original una foto de Robert Capa, uno de los corresponsales gráficos de guerra más importantes de la historia, que la foto de un padre que al ver a sus hijos jugar en la playa decide retratar un momento en familia. En este sentido, nuestra Ley de Propiedad Intelectual diferencia claramente dos tipos de fotografías, a saber: la primera es la denominada obra fotográfica entendida como una creación original intelectual y la segunda es la denominada «mera fotografía» que se caracteriza por carecer de originalidad o creatividad. No obstante, unas y otras están sujetas a derechos de propiedad intelectual, aunque con distinto alcance. En primer lugar, las obras fotográficas al estar amparadas por los derechos de autor tienen dos dimensiones, una moral y otra de carácter económico relativa a los derechos de explotación. Los derechos morales son aquellos que se caracterizan por ser irrenunciables e inherentes a la persona del autor entre los cuales destacan, a efectos de la consulta hecha esta semana, los siguientes: la facultad para decidir cuándo la obra va a ser divulgada -es decir, cuándo se va a hacer accesible por primera vez al público-, el reconocimiento como autor de la obra -coloquialmente conocido como el derecho a la paternidad-, y el derecho a exigir el respeto a la integridad de la obra. En cuanto a los derechos de explotación, cuya duración, con carácter general se extiende a toda la vida del autor y setenta años después de su muerte o declaración de fallecimiento, la Ley de Propiedad Intelectual establece que con carácter exclusivo corresponde a los autores el ejercicio de estos derechos y, en especial los derechos de reproducción, distribución, comunicación pública y transformación. En este sentido, hay que tener en cuenta que la Ley de Propiedad Intelectual considera como un acto de comunicación pública la puesta a disposición del público de obras, por procedimientos alámbricos o inalámbricos, de tal forma que cualquier persona pueda acceder a ellas desde el lugar y en el momento que elija. Es decir, estos derechos de explotación y su ejercicio exclusivo para los autores alcanzan también a Internet. Por tanto, a la hora de incluir la obra fotográfica de un tercero en la página web de la que uno es titular, se ha de tener especial cuidado con el respeto a los derechos morales del autor empezando por incluir el nombre del autor de la obra o el seudónimo bajo el cual el autor desea hacerse conocer al público o designarla como anónima, así como evitar cualquier alteración a la integridad de la obra. Así mismo, como mínimo, en cuanto a los derechos de explotación, se habrá de solicitar al autor la autorización para la comunicación pública y puesta a disposición de la obra en InternetPor otro lado, como ya hemos anunciado, según nuestra Ley de Propiedad Intelectual la diferencia básica entre una obra fotográfica y una mera fotografía es la ausencia de originalidad de la segunda. Esto ha sido muy criticado por un gran sector doctrinal ya que la originalidad es una palabra tan ambigua como abstracta. Tradicionalmente, ha habido confrontaciones para entender si la originalidad se debía interpretar en sentido objetivo o subjetivo, entendiéndose la primera como el requisito de realizar una creación nueva y la segunda como una creación intelectual en la que poco importa el objeto fotografiado, sino la creación intelectual. Sobre este punto, cada vez más, la doctrina se inclina a entender que es esta última acepción la que se ha de enlazar con la palabra «originalidad». Las meras fotografías son aquellas que, como ya hemos dicho, carecen de carácter original, es decir, aquellas reproducciones o instantáneas de momentos o acontecimientos de escasa relevancia para cualquier tercero ajeno al que realiza la foto sin ningún tipo de valor gráfico ni creativo. No obstante, en cuanto a los derechos reconocidos al realizador de una mera fotografía, si bien no tiene reconocidos derechos morales, el art. 128 LPI establece que quien realice una fotografía goza del derecho exclusivo de autorizar su reproducción, distribución y comunicación pública, y no hay que olvidar que dentro de este derecho de explotación se encuentra el de puesta a disposición para la explotación en Internet, en los mismos términos que en la obra fotográfica, si bien, con una disminución en la duración de los derechos que será de 25 años computados desde el día 1 de enero del año siguiente a la fecha de realización de la fotografía o reproducción. Por tanto, si cualquiera que sea titular de una página web desea colgar en la misma foto realizadas por terceros, ya sean obras fotográficas o meras fotografías, deberá encargarse de que le sea cedido al menos, el derecho de comunicación pública y puesta a disposición, y en el caso de que sean obras fotográficas deberá además tener especial cuidado con los derechos morales del autor y en concreto, en lo que respecta a la paternidad e integridad de la obra. Derechos de quienes aparecen en las fotosComo es normal, en las fotos que cuelga en sus respectivas páginas web, la persona que nos consulta esta semana, al ser gran parte de ellas actos públicos y retratos cotidianos de nuestras fiestas patronales, habrán de incluir imágenes de terceros que participan en las mismas. Pues bien, se ha de tener en cuenta que la inclusión de imágenes de personas en una fotografía y su puesta a disposición a los usuarios a través de Internet puede infringir nuestra Ley Orgánica 1/1982, de 5 de mayo, de Protección Civil del ...
Internet cambia la forma de leer... ¿y de pensar?.
El Pais.com 20081010
Internet ya es para muchos el mayor canal de información. Cada vez es superior el tiempo empleado en navegar, ya sea para leer las noticias, revisar el correo, ver vídeos y escuchar música, consultar enciclopedias, mapas, conversar por teléfono y escribir blogs. En definitiva, la Red filtra gran parte de nuestro acceso a la realidad. El cerebro humano se adapta a cada nuevo cambio e Internet supone uno sin precedentes. ¿Cuál va a ser su influencia? Los expertos están divididos. Para unos, podría disminuir la capacidad de leer y pensar en profundidad. Para otros, la tecnología se combinará en un futuro próximo con el cerebro para aumentar exponencialmente la capacidad intelectual. Uno de los más recientes en plantear el debate ha sido el ensayista estadounidense Nicholas G. Carr, experto en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), y asesor de la Enciclopedia británica. Asegura que ya no piensa como antes. Le sucede sobre todo cuando lee. Antes se sumergía en un libro y era capaz de zamparse páginas y páginas hora tras hora. Pero ahora sólo aguanta unos párrafos. Se desconcentra, se inquieta y busca otra cosa que hacer. La lectura profunda que solía suceder de forma natural se ha convertido en un esfuerzo, señala Carr en el provocador artículo Is Google making us stupid? (¿Está Google volviéndonos tontos?), publicado en la revista The Atlantic. Carr achaca su desorientación a una razón principal: el uso prolongado de Internet. Está convencido de que la Red, como el resto de medios de comunicación, no es inocua. [Los medios] Suministran el material del pensamiento, pero también modelan el proceso de pensar, insiste. Creo que la mayor amenaza es su potencial para disminuir nuestra capacidad de concentración, reflexión y contemplación, advierte Carr, a través del correo electrónico. Mientras Internet se convierte en nuestro medio universal, podría estar readiestrando nuestros cerebros para recibir información de manera muy rápida y en pequeñas porciones, añade. Lo que perdemos es nuestra capacidad para mantener una línea de pensamiento sostenida durante un periodo largo. El planteamiento de Carr ha suscitado cierto debate en foros especializados, como en la revista científica online Edge. org, y de hecho no es descabellado. Los neurólogos sostienen que todas las actividades mentales influyen a un nivel biológico en el cerebro; es decir, en el establecimiento de las conexiones neuronales, la compleja red eléctrica en la que se forman los pensamientos. El cerebro evolucionó para encontrar pautas. Si la información se presenta en una forma determinada, el cerebro aprenderá esa estructura, detalla desde Londres Beau Lotto, profesor de neurociencia en el University College de Londres. Y añade una precisión: Luego habría que ver si el cerebro aplica esa estructura en el modo de comportarse frente a otras circunstancias; no tiene por qué ser así necesariamente, pero es perfectamente posible. Lo que queda por ver es si esta influencia va a ser negativa, como vaticina Carr, o si va a ser el primer paso para integrar la tecnología en el cuerpo humano y ampliar las capacidades del cerebro, como predice el inventor y experto en inteligencia artificial Raymond Kurzweil. Nuestras primeras herramientas ampliaron nuestro alcance físico, y ahora extienden nuestro alcance mental. Nuestros cerebros advierten de que no necesitan dedicar un esfuerzo mental (y neuronal) a aquellas tareas que podemos dejar a las máquinas, razona Kurzweil desde Nueva Jersey. Y cita un ejemplo: Nos hemos vuelto menos capaces de realizar operaciones aritméticas desde que las calculadoras lo hacen por nosotros hace ya muchas décadas. Ahora confiamos en Google como un amplificador de nuestra memoria, así que de hecho recordamos peor las cosas que sin él. Pero eso no es un problema porque no tenemos por qué prescindir de Google. De hecho, estas herramientas se están volviendo más ubicuas, y están disponibles todo el tiempo. Oponer cerebro y tecnología es un enfoque erróneo, según coincide con Kurzweil el profesor John McEneaney, del Departamento de Lectura y Artes lingüísticas de la Universidad de Oakland (EE UU). Creo que la tecnología es una expresión directa de nuestra cognición, discurre McEneaney. Las herramientas que empleamos son tan importantes como las neuronas de nuestros cráneos. Las herramientas definen la naturaleza de la tarea para que las neuronas puedan hacer el trabajo. Carr insiste en que esta influencia será mucho mayor a medida que aumente el uso de Internet. Se trata de un fenómeno incipiente que la neurología y la psicología tendrán que abordar a fondo, pero de momento un informe pionero sobre hábitos de búsqueda de información en Internet, dirigido por expertos del University College de Londres (UCL), indica que podríamos hallarnos en medio de un gran cambio de la capacidad humana para leer y pensar. El estudio observó el comportamiento de los usuarios de dos páginas web de investigación, uno de la British Library y otro del Joint Information Systems Comittee (JISC), un consorcio educativo estatal que proporciona acceso a periódicos y libros electrónicos, entre otros recursos. Al recopilar los registros, los investigadores advirtieron que los usuarios echaban vistazos a la información, en vez de detenerse en ella. Saltaban de un artículo a otro, y no solían volver atrás. Leían una o dos páginas en cada fuente y clicaban a otra. Solían dedicar una media de cuatro minutos por libro electrónico y ocho minutos por periódico electrónico. Está claro que los usuarios no leen online en el sentido tradicional; de hecho, hay indicios de que surgen nuevas formas de lectura a medida que los usuarios echan vistazos horizontalmente a través de títulos, páginas y resúmenes en busca de satisfacciones inmediatas, constata el documento. Casi parece que se conectan a la Red para evitar leer al modo tradicional. Los expertos inciden en que se trata de un cambio vertiginoso. La Red ha provocado que la gente se comporte de una manera bastante diferente con respecto a la in ...
CAT y SGI firman convenio de colaboración.
Diario Ti.com 20081020
El Círculo de las Artes y las Tecnologías (CAT)-centro de referencia para el impulso y desarrollo de una industria del ocio y entretenimiento a nivel nacional, a través de su representación institucional, el Ayuntamiento de Segovia, ha establecido un convenio de cooperación con Silicon Graphics (SGI) con el fin de facilitar e impulsar actividades de desarrollo e impulso de herramientas y soluciones relacionadas con el sector de animación 3D. Diario Ti: Silicon Graphics, Inc. , fundada en 1. 982, es una reconocida empresa a nivel internacional por sus productos, estrategias y posiciones dentro del mercado de animación 3D y la industria del entretenimiento, lo que ha sido determinante para que el Ayuntamiento de Segovia haya confiado en la compañía para llevar a cabo un ambicioso proyecto que pretende impulsar el concepto de industria y una conciencia de mercado nacional para un sector en continuo crecimiento y de futuro, contando con la última tecnología pero también promoviendo redes de contacto activo de profesionales españoles a nivel internacional en esta área y mediante la colaboración activa y apoyo de las mejores empresas del sector a nivel internacional. La colaboración de SGI proporcionará el soporte necesario para la creación de un centro de formación y desarrollo en animación 3D donde se puedan realizar producciones de corto, medio y largometraje. Además, se llevará a cabo la formación de profesionales en perfiles estratégicos dentro del área de animación 3D para cubrir la demanda actual clave para el desarrollo de la industria, y se facilitará la creación de empresas que presten labores de desarrollo de servicios y productos dentro del sector de la animación 3D pero también en mercados relacionados como los videojuegos o la publicidad. El Ce ...
|